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Psicofarmacología
y territorio freudiano.
Teoría y clínica de un abordaje interdisciplinario |
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"Psicofarmacología y Territorio Freudiano",
plantea una articulación teórica-clínica
entre el psicoanálisis y las conceptualizaciones
psiconeuroquímicas actuales. Esta posición
interdisciplinaria, se ubica por fuera del antiguo circuito
de las controversias, que han enfrentado a ambas disciplinas.
Excluye tanto las urticantes y repetidas críticas
dirigidas a la psiquiatría (en sus vertientes nosográfica
y psicofarmacológica) como también a aquéllas,
que intentan cuestionar la validez epistemológica
del psicoanálisis.
El presente volumen propicia el desarrollo de una comunicación
fructífera entre los avances, que en el último
siglo, ha tenido lugar en el campo de las neurociencias
y las cruciales temáticas psicoanalíticas,
vinculadas a la constitución de la subjetividad.
En la primera parte el texto plantea un conjunto de hipótesis
y conceptos teóricos, entre los cuales se cuentan
numerosas ideas freudianas, destacándose la del
"núcleo tóxico". Éste se
caracteriza por ser un sustrato irreductible al plano
psíquico, incompatible con una posible traducción
al circuito representacional. Dicho postulado permite
establecer la hipótesis de que los procesos neurobiológicos
pueden ocupar e lugar de ese núcleo, que cumpliría
..."el papel de aquel grano de arena que el molusco
ha envuelto con las capas de madreperla"...(Freud).
En la segunda parte los autores presentan seis historiles
clínicos con distintasi psicopatologías
-ataque de pánico, paranoia, depresión,
trastorno bipolar, esquizoafectivo y fronterizo- y desarrollan
el abordaje terapéutico interdisciplinario del
"caso por caso".
El análisis comprende el establecimiento del diagnóstico
(que tiene en cuenta la conceptualización psicoanalítica
y la nosografía psiquiátrica actual), el
estudio psicopatológico y la comprensión
de los trastornos neuroquímicos.
Indice
del libro
Prólogo
I 11
Prólogo II 12
Introducción. Psicoanálisis
y psicofarmacología 19
1. Aparato neuronal y psiconeurobiología 25
1.1. Introducción 25
1.2. Neurotransmisión 35
1.3. Neuroplasticidad 54
1.4. La transformación de la cantidad en cualidad
62
1.5. Caracteres del vínculo primario 79
1.6. Dormir y soñar: paradigmas de regulación
psíquica 84
1.7. La nosografía freudiana 91
1.8. Sobre la captación económica 94
1.9. Articulación de las hipótesis psiconeurobiológicas
y psicoanalíticas 99
1.10. Conclusiones 106
2. Ataque de pánico 115
2.1. Historia Clínica 115
2.2. Diagnóstico 119
2.3. Repercusiones psiconeurobiológicas de la angustia
124
2.4. Repercusiones psicológicas de la angustia
128
2.5. Tratamiento de la crisis de angustia o ataque de
pánico 135
3. Trastorno delirante (paranoia) 145
3.1. Historia Clínica 145
3.2. Diagnóstico 147
3.3. Brote psicótico 149
3.4. Diagnóstico en la urgencia psiquiátrica
160
3.5. Restitución delirante 164
3.6. Seguimiento 170
4. Trastorno depresivo 175
4.1. Historia Clínica 175
4.2. Riesgo suicida 176
4.3. Diagnóstico y tratamiento 183
4.4. El núcleo tóxico en la melancolía
188
4.5. Las rupturas libidinales 191
4.6. Duración del tratamiento 200
5. Trastorno bipolar 205
5.1. Historia Clínica 205
5.2. Diagnóstico 210
5.3. Tratamiento 213
5.4. Análisis neurobiológico-psicopatológico
217
6. Trastorno esquizoafectivo 227
6.1. Historia clínica 227
6.2. Diagnóstico 230
6.3. Tratamiento 233
6.4. Psiconeurobiología y psicopatología
del trastorno esquizoafectivo 245
7. Trastorno fronterizo o borderline 253
7.1. Historia Clínica 253
7.2. Diagnóstico 258
7.3. El núcleo tóxico en el paciente borderline
260
7.4. Análisis psicopatológico 266
7.5. Tratamiento psicofarmacológico y psicoterapéutico
271
Glosario de términos y abreviaturas en psicofarmacología
275ÍNDICE DE FIGURAS COLOR
Fig. 1. Sigmund Freud (1856-1939) 26
Fig. 2. Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) 29
Fig. 3. Neurona 30
Fig. 4. Tipos de neuronas 30
Fig. 5. Charles Scott Sherrington (1857-1952) 31
Fig. 6. Sinapsis 32
Fig. 7. Catecolaminas 38
Fig. 8. Funciones de los receptores serotoninérgicos
40
Fig. 9. Membrana citoplasmática 42
Fig. 10. Neurotransmisión química iónica
44
Fig. 11. Barrera hematoencefálica 46
Fig. 12. Respuesta neuronal - Transcripción genética
49
Fig. 13. Sistema límbico 56
Fig. 14. Mecanismo de complicación 57
Fig. 15. Tomografía por emisión de positrones
(PET) de un individuo normal 61
Fig. 16. Muerte neuronal (apoptosis) 67
Fig. 17. Involución neuronal 70
Fig. 18. Transcripción psíquica 71
Fig. 19. Percepción - Motilidad 72
Fig. 20. Huellas mnémicas 73
Fig. 21. Identidad perceptiva 77
Fig. 22. Regulación materna 82
Fig. 23. Etapas del sueño 88
Fig. 24. Procesos y estímulos 96
Fig. 25. Ecuación etiológica de la neurosis
99
Fig. 26. Series complementarias epigenéticas 101
Fig. 27. Mecanismos de acción de los psicofármacos
(1 a 9) 105
Fig. 28. Equivalencias entre la nosografía freudiana
(1894) y la del DSM-IV (1994) 107
Fig. 29. Diagnóstico de las crisis de angustia
(ataque de pánico) (Según Freud y el DSM-IV)
120
Fig. 30. Región de trauma cerebral (RTC) 125
Fig. 31. Repercusiones neurobiológicas de la ansiedad
130
Fig. 32. Modulación de la neurotransmisión
dopaminérgica 151
Fig. 33. Tomografía por emisión de positrones
(PET) de un trastorno esquizofrénico 154
Fig. 34. Modulación del filtro talámico
159
Fig. 35. Diagnósticos diferenciales de la agitación
o excitación psicomotriz (según clasificación
del DSM-IV) 162
Fig. 36. Tomografía por emisión de positrones
(PET) de un trastorno depresivo mayor 181
Fig. 37. Disminución de la recurrencia depresiva
con tratamiento interdisciplinario 184
Fig. 38. Diagrama de la sexualidad 191
Fig. 39. Duración del tratamiento psicofarmacológico
antidepresivo 202
Fig. 40. Tomografía por emisión de positrones
(PET) de un trastorno maníaco 218
Prólogos Prólogo I
David Maldavsky
Director del Instituto de Altos Estudios en Psicología
y Ciencias Sociales de la Universidad de Ciencias Empresariales
Sociales (UCES)
Los autores de este libro se proponen realizar una articulación
entre psicoanálisis y psicofarmacología,
propuesta que implica la consideración de las respectivas
teorías y prácticas. Consecuentemente el
libro consta de una primera parte dedicada a la argumentación
teórica, donde se exponen los fundamentos de ambos
cuerpos de hipótesis y se los intenta articular,
y una segunda parte, en la cual se presentan casos clínicos
y se muestra el trabajo interdisciplinario. Al final hallamos
un glosario aclaratorio de los términos y las abreviaturas
en psicofarmacología usados a lo largo del texto.
Los casos estudiados son un ataque de pánico, un
trastorno delirante paranoico, un trastorno depresivo,
un trastorno bipolar, un trastorno esquizoafectivo y un
trastorno fronterizo. Se trata de una amplia variedad
que condujo a los autores a poner en juego sectores específicos
de la argumentación desarrollada en la primera
parte, teórica. Puede advertirse entonces la riqueza
de los matices en su despliegue conceptual, que permite
considerar detalles y el conjunto de cada caso, encarado
desde ambas perspectivas.
Textos como el aquí presentado se hallan insertos
en lo que se ha dado en llamar el espíritu de nuestro
tiempo, signado por las tentativas de desarrollar, mediante
articulaciones interdisciplinarias, una trama mas refinada
de argumentos que de cuenta de las complejidades de una
realidad resistente a nuestros esfuerzos de intelección.
La lectura de una exposición como esta, ambiciosa
y compleja, despierta numerosos intereses e interrogantes,
entre los que deseo considerar inicialmente uno, referido
a las relaciones entre teorías correspondientes
a diferentes terrenos, como en esta oportunidad el psicoanálisis
y la psiquiatría. Tales relaciones suelen plantear
problemas epistemológicos, metodológicos
y conceptuales sobre todo en torno a sus puntos de articulación
e inclusive cuestiones referidas al poder, a la supremacía
de una de las partes sobre el resto. A menudo se presentan
soluciones que conducen a interrogarse sobre la validez
del término "inter", como cuando una
práctica determinada queda totalmente orientada
desde una teoría que viene desde otro lugar, con
el descarte consiguiente de la teoría "sobrante".
Otra alternativa, igualmente frecuente, es la superposición
acrítica de ambos sistemas teórico-práctico
sin que se realice un trabajo inter-teórico de
articulación. Si un trabajo interdisciplinario
se propone como algo diverso de un copamiento de un campo
práctico ajeno, o de una superposición acrítica
de conceptos y teorías desarrolladas en uno y otro
campo del saber, entonces es necesario precisar los nexos
internos entre ambos andamiajes de hipótesis.
Los autores de este libro han advertido tales problemas
y, como se advertirá, tienen una propuesta para
hacernos. En principio, ponen en evidencia una amplia
y cuidadosa argumentación al presentar las hipótesis
psicoanalíticas, por un lado, y las neurobiológicas,
por el otro. Postulan entonces un primer punto de anclaje
articulatorio interdisciplinario en las hipótesis
que Freud impuso en el Proyecto, texto en el cual se da
un pasaje notable desde la argumentación de un
neurólogo hasta el desarrollo de hipótesis
psicoanalíticas.
Las articulaciones no involucran solo el marco teórico.
Al acercarnos al análisis de los casos clínicos
podemos constatar otro punto de ensamble, correspondiente
a las formas de pensar las manifestaciones clínicas:
con los instrumentos del DSM-IV, por un lado, y, por el
otro, con las propuestas freudianas referidas a las estructuras
psicopatológicas, que implican tomar en cuenta
fijaciones y defensas. También en estos estudios
clínicos se advierte el esfuerzo por establecer
nexos que ambas argumentaciones, la neurobiológica,
que conduce al acto farmacológico, y la psicoanalítica,
que conduce a la práctica psicoterapéutica,
se imbrincan en la producción de las prácticas
clínicas.
Entonces se hace más evidente al punto central
al que se orienta la propuesta de los autores respecto
de la ensambladura entre ambas disciplinas. En efecto,
resalta así el vigor de una propuesta que es un
hallazgo: la de articular las prácticas farmacológicas
y las teorías neurobiológicas en las que
se sustentan, por un lado, con un punto específico
de la teoría psicoanalítica y su práctica,
por el otro. Tal punto de la teoría psicoanalítica
es el referido a los núcleos tóxicos. Esta
es, me parece, una propuesta original y sugerente, que
lleva a dar un paso adicional, derivado de su propia línea
de pensamiento: como la farmacología es diferencial,
específica, porque son también específicos
los trastornos neurobiológicos por encarar, es
posible distinguir entre núcleos y procesos tóxicos
igualmente diferenciales. Así lo proponen los autores,
recurriendo para ello a un lenguaje neurobiológico,
lo cual a su vez constituye un interrogante al campo del
psicoanálisis, puesto que tal vez estas formulaciones
puedan ser pensadas a partir de las hipótesis de
Freud y sus discípulos de diferentes generaciones.
El libro nos propone, en este sentido, un camino a recorrer,
en el cual los tropiezos y las rectificaciones son casi
inevitables.
Para precisar algo más el valor del hallazgo de
los autores referido al punto de encuentro entre sus teorías
y prácticas, cabe destacar que Freud partía
del supuesto de que en las diferentes manifestaciones
clínicas había un núcleo de neurosis
actual, una estasis pulsional, que se conservaba como
núcleo tóxico. Los autores, que apelan a
esta misma argumentación, sacan de ella un partido
sugerente, el cual nos impulsa a repensar psicoanalíticamente
el espacio intracorporal (en cuyos fundamentos se halla
lo central de lo psíquico: la vida pulsional y
la energía neuronal), así como los nexos
intersubjetivos derivados de esta perspectiva.
Un texto escrito puede tener muy distintos objetivos (entre
otros, ocupar un espacio, oponerse a un enemigo superior
en fuerzas, ser reconocido por los pares, impactar y seducir,
sacar réditos económicos, sostener o repudiar
una tradición), tantos como los complejos deseos
humanos, y supongo que el libro que presento (y esta misma
presentación) no escapa a las generales de la ley.
Tampoco escapa a estas legalidades universales de la escritura
un interrogante por el futuro, por el destino del texto.
Solo puedo aventurar, respecto de este punto, un deseo
(que también abrigo respecto de mi propia producción):
que (quizás en parte como efecto de un deseo de
trasmitir un pensamiento abierto al intercambio) pueda
ser leído con utilidad a lo largo del tiempo, que
el nombre de sus autores figure, como reconocimiento de
su valor, en las bibliografías especializadas,
mas allá de las circunstancias, los poderes en
juego y las funciones específicas, inmediatas,
de quienes ahora, de una u otra forma, participamos en
su producción.
Prólogo II
Gregorio Klimovsky
Profesor Emérito de la Universidad de Buenos Aires
Uno de los problemas más importante de la ciencia
y de la filosofía es el denominado "problema
cuerpo-mente". Su propósito es examinar la
relación entre el cuerpo humano y aquello que llamamos
"mente" y también "psiquis".
Su objetivo es descubrir cual es la naturaleza esencial
de cada uno de ellos. Con muchas variantes, tres son las
más importantes posiciones que encontramos en este
tipo de estudios. La primera, el "reduccionismo materialista",
implica la tesis de que hay sólo un tipo de sustancia
última, la materia, en el sentido físico
de este vocablo, lo que implica que todo aquello que consideramos
como psíquico es una estructura o proceso constituido
por componentes corporales, fisiológicos o conductuales.
Otro punto de vista es el dualismo, que concibe lo existente
como constituido por dos sustancias últimas irreductibles
la una a la otra, lo que involucra que el cuerpo por un
lado y la "psiquis" por el otro son esencialmente
autónomos, aunque esto no contradice que haya relaciones
especiales y aún causales entre ellos. La tercera
posición, inversa a la primera, es la de que el
mundo material es una construcción llevada a cabo
dentro del universo de lo mental. Lo cual entrañaría
que el cuerpo no es sino una estructura constituida por
elementos mentales, una de las tantas "fantasías
útiles" que tienen lugar dentro de la psiquis
o del alma.
La última de las tres tesis corresponde a la tradición
idealista en la historia de la filosofía, aunque
fue también la manera de pensar de ciertos empiristas
como Bertand Russell en algunos de sus textos. Este es
un punto de vista que hoy no es sostenido sino por pocos
filósofos. Por lo cual en lo que sigue no lo tomaremos
en cuenta.
La primera de las formas de pensar corresponde al "monismo
materialista". Tiene entusiastas partidarios en el
campo científico. Dentro de la psiquiatría,
esta manera de pensar privilegia el papel del cerebro,
y favorece en los últimos tiempos el uso sistemático
de la farmacología para actuar contra ciertos padecimientos.
La posición dualista tiene una vieja tradición
en el terreno de la teología. No obstante, desde
un punto de vista filosófico y también entre
científicos cautos, posee sus argumentos y partidarios.
El punto que origina mas controversias es la idea de que
la psiquis constituye un mundo especial, y que la psiquiatría
debe basarse en estrategias mentales para las terapias.
Especialmente esto se advierte en buena parte del campo
del psicoanálisis, en el que muchos especialistas
ven como verdadero peligro la intrusión de temas
corporales, pese a que uno de los méritos de Freud,
como tantas veces se ha señalado, fue apartar la
psicología de la temática filosófica
para señalar la importancia del cuerpo y sus tendencias
instintuales en el entendimiento de los procesos psíquicos.
Las diferencias entre estas concepciones, y en particular
la actitud dualista, tienen consecuencias que, desde mi
punto de vista, son indeseables. El materialismo ortodoxo
verá la psiquiatría como un campo especialmente
positivo para la aplicación sistemática
de la farmacología, en tanto que los dualistas
estudiaran estrategias mentalistas para corregir las patologías.
El mérito del presente texto de Mirta y Julio Moizeszowicz
es el de no rechazar las dos tácticas y vincularlas
estrechamente para una utilización sistemática
y provechosa de ambos procederes. Aquí es imprescindible
hacer notar que no es necesario ser dualista para concebir
la mente como una estructura con suficiente autonomía
e influencia, aunque constituida por un sistema neuronal
y ligada a las funciones del cerebro. Esto permite ser
materialista, sin dejar de reconocer aspectos autónomos
de esa estructura, y las influencias recíprocas
entre el cuerpo y las propiedades de las neuronas y las
actividades del sistema psíquico.
Es interesante recordar que Freud, pese a declararse materialista,
vio que eso no era esencialmente pertinente para la comprensión
de la teoría psicoanalítica. Desde un punto
de vista epistemológico es necesario comprender
que los "términos teóricos" de
esa teoría no necesitan de puntualización
en lo relativo a la naturaleza metafísica. Lo único
necesario es saber cuáles son las hipótesis
de tal teoría, pues ello nos dice como funciona
esa estructura que constituye la psiquis. Para Freud,
esos términos teóricos podrán interpretarse
como designando entidades materiales, en tanto que para
los dualistas denotarían elementos de su naturaleza
puramente psíquica. Por eso se ha dicho que su
posición es metodológicamente neutral. En
el terreno filosófico, él se declara "monista
ontológico", en tanto que como diseñador
de su teoría es un "dualista metodológico".
No se si me atrevería a decir que el presente libro
exhibe un dualismo metodológico. La importancia
que se da al sistema neuronal es muy grande. Y eso lleva
a una rica información sobre procedimientos farmacológicos.
Pero también se describen variables y procesos
que intervienen desde un punto de vista psicoanalítico
(como ya se dijo, eso no implica forzosamente dualismo).
Es notable la profundidad y extensión de los datos
etiológicos y terapéuticos que aquí
se ofrecen, mostrando los aspectos fisiológicos
por un lado y las variables psicoanalíticas por
otro. Considerando como se analizan los distintos tipos
de patologías, estamos sin duda ante una verdadera
enciclopedia detallada, completa y original sobre psiquiatría,
que coordina de modo magistral la farmacología
y el psicoanálisis para la comprensión de
las diferentes clases de patología psíquica.
No quiero terminar estas consideraciones sin antes hacer
notar los indudables méritos de la introducción,
en la que se exponen diversas posiciones generales sobre
los fundamentos de este estudio, analizadas con detalle
y con una notable información sobre las neuronas,
sus tipos y funciones, y otros temas conexos.
En fin, pienso que estamos ante una contribución
científica muy importante y singular en nuestro
medio, que será muy útil para los especialistas
y terapeutas, además de ser intrínsecamente
interesante y original. |
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